¿Qué puedo darle?

Prisioneros, ancianos, niños de acogida, enfermos, discapacitados, drogadictos, autistas…

Médicos, voluntarios, cuidadores, estudiantes, jubilados, pensionistas…

Y una joven misionera de doce años que les explicó a todos el verdadero sentido de la Navidad.

Cerca un millar personas de muchos y variados ámbitos sociales disfrutaron del precioso musical navideño puesto en escena por los jóvenes voluntarios de la Familia Internacional Granada.

Sería difícil describir las reacciones y sentimientos expresados por el público en un párrafo, así que simplemente escribiremos aquí un par de cometarios que llenaron de alegría nuestros corazones. El primero es de la directora de un centro para discapacitados psíquicos: “Me llena de alegría ver a tanta gente joven brindando el amor de Dios a los demás cuando podían estar por ahí con sus amigos”. La segunda reacción es de una señora que vive en una residencia de ancianos: “Esta es la Navidad más feliz que he pasado desde que estoy aquí. Nos habéis transmitido el gozo del verdadero espíritu de la Navidad a mi anciano corazón. Muchísimas gracias”.

¿Qué puedo darle al Señor en unas fechas tan especiales como estas?, nos preguntamos todos a veces. Creo que lo que más feliz le hace es que transmitamos su amor a los demás.